Fue una de las más importantes actrices de su época y también fue una de las primeras mujeres que practicó el ciclismo.
El padre trabajaba como cajista de imprenta y también fue trabajador del Teatro Cervantes y la actriz se preparó en la Academia de Declamación de Málaga, donde los directores era Narciso Díaz Escovar y José Ruiz Borrego.
La primera vez que apareció en un escenario fue a los doce años en una velada de la Sociedad Echegaray.
Pronto la encontramos en Barcelona, ¿cual es la razón?. Su padre quedó sin trabajo y además un terremoto que hubo en Málaga los dejó sin hogar.
En Barcelona, empezó en 1888, muy joven, en la compañías María Tubau y Ricardo Guerra, contratándola por la cantidad de un duro diario, aunque antes había recorrido los teatros de Cataluña con la Compañía de Grifell.
La actriz María Tubau se fue de gira por Sudamérica y Rosario se dedicó a viajar actuando pueblo a pueblo por Cataluña, y cuando Tobau volvió se unió de nuevo a su compañía.
Luego se traslada a Madrid donde trabaja en el Teatro Lara y en el Teatro de la Comedia convirtiéndose en una de las más importantes actrices de la época, trabajando con interpretes tan importantes como Emilio Thuillier, Enrique Borrás, Fernando Díaz de Mendoza o su esposa, la gran María Guerrero.
Entre otras obras de teatro, París, fin de siglo, Serafina, la devota, Sobre gustos no hay nada escrito, El ruido ajeno Amor y ciencia, La ley de los hijos, Cuando los hijos de Eva no son los hijos de Adán, Thermidor, Rosas de otoño, El nido ajeno, Las flores, Los Galeotes, La losa de los sueños, El marido de la Téllez, La ley de los hijos, Lo cursi, La gobernadora, Malvaloca, Realidad, El adversario, Las vírgenes locas, Don Gil de las calzas verdes, de Tirso de Molina, La discreta enamorada, de Lope de Vega o El genio alegre de los Hermanos Álvarez Quintero.
El año 1906 fundó su propia compañía junto a Enrique Borrás y luego con Emilio Thuillier.
A lo largo de su carrera hizo varias giras por España, Sudamérica y Portugal. El año 1921 una gira de despedida, en la cual recorrió todas las provincias españolas.
En el cine sólo intervino en dos películas: La condesa María, en 1928 y Un hombre de suerte, en 1930.
Rosario falleció en Madrid el 13 de julio del año 1933, a los 62 años.
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